Gracias a Aníbal Lozano, ya tengo encima de la mesa la primera antología mayor de Ángel Campos Pámpano, como la califica su prologuista, Miguel Ángel Lama, publicada por la Diputación de Salamanca cuatro años después de que apareciera en Calambur su poesía completa, los mismos que hará, en noviembre, de su prematura muerte.
Los lectores de Ángel tienen otra ocasión de volver sobre sus poemas y quienes aún no los conozcan, la excusa perfecta para hacerlo en una preciosa y asequible edición.
Unos y otros leerán por primera vez cinco poemas inéditos rescatados por el poeta zamorano Tomás Sánchez Santiago, íntimo amigo de ÁCP, que compartió con él sus estudiantiles años salmantinos. En esa ciudad que tanto quiso, donde se inició en la poesía -lo que más le importaba- y empezó a traducirla, están escritos los citados poemas, entre 1977 y 1978, cuando Ángel tenía apenas 20 años.
Los lectores de Ángel tienen otra ocasión de volver sobre sus poemas y quienes aún no los conozcan, la excusa perfecta para hacerlo en una preciosa y asequible edición.
Unos y otros leerán por primera vez cinco poemas inéditos rescatados por el poeta zamorano Tomás Sánchez Santiago, íntimo amigo de ÁCP, que compartió con él sus estudiantiles años salmantinos. En esa ciudad que tanto quiso, donde se inició en la poesía -lo que más le importaba- y empezó a traducirla, están escritos los citados poemas, entre 1977 y 1978, cuando Ángel tenía apenas 20 años.