A falta de leer alguna cosa, da gusto comentar esta nueva entrega de Clarín. Publica páginas de un diario del poeta y traductor Manuel Neila; una semblanza del ruso Danil Jarms; unos poemas, traducidos por Martín López-Vega, del excelente poeta macedonio Nikola Madzirov, elogiado por Zagajewski; un cuento, plata y oro, de Felipe Benítez Reyes; unos fragmentos del poeta y editor Javier Sánchez Menéndez; unas hermosas prosas japonesas de M. Ángeles Robles Morales; una entrevista de Susana Benet (muy apreciada por sus haikus) a mi estimado Vicente Gallego en la que, por momentos, entre efluvios y misticismos, me acabo perdiendo; un estremecedor ramillete de testimonios de la posguerra real rescatado por Marciano de Hervás en los archivos de su pueblo, o una parte, sobre el París de Azorín en plena Guerra Civil española, de ese libro, tan esperado, que, sobre la Ciudad de la Luz, tiene entre manos José Muñoz Millanes. Menos reseñas que otras veces -¿los recortes?- y una divertida crónica de Enrique García-Máiquez sobre un reciente congreso dedicado al genial Chesterton cierran un número (por demás literario: el 98) del que aún, ya decía, me quedan textos por disfrutar.