19.7.12

Uno mismo

"Antes que nadie, Stendhal intuyó que en la pintura el tema acabaría volviéndose secundario, y que lo que importa al escribir no es el dominio de una serie variable de modas retóricas, sino la expresión natural de una mirada, de una voz. Una voz no impostada es siempre singular: el único secreto de la originalidad, comprendió muy pronto, en una anotación de su diario cuando tenía poco más de veinte años, era ser tranquilamente, obstinadamente uno mismo". Antonio Muñoz Molina, "El vicio Stendhal", Babelia, El País.