17.2.13

Patrimonio destruido

A. S. O. informa en HOY "de la posible multa al director de las actividades arqueológicas de las obras de desdoblamiento y construcción de la variante sur de Plasencia, en el tramo desde la Ex-203 (arranque de la carreteras de la Vera y del Valle) hasta enlazar con la carretera N-630 en la rotonda de Fuentidueñas".
"En el caso de esta obra, se destruyeron dos singulares pabellones o cenadores, de principios del XX, de las huertas de los Silos (1906) y de los Morales (antiguo bar 'La Fragata', 1912) y la carretera afectó a los estribos del Puente Nuevo (1500-1512), sobre el que ejerece un negativo impacto, dada su proximidad y la solución dada a su acceso".
Aquí se habló de ello en dos ocasiones. El colectivo Vicente Paredes puede estar satisfecho de su gestión. Eso sí, los pabellones son fruto del olvido. O memoria, si acaso, de un poema:

EL PABELLÓN DEL RÍO

Pasas junto a las ruinas de una casa,
de un viejo pabellón color rojizo
que estaba en el jardín de una familia
de apellidos largos a la par que ilustres.
Llevaba allí cien años construido.
Aunque hace mucho que dejó de serlo,
le daba a aquel lugar un aire noble,
una elegancia como de otro tiempo.
De cuando en esas tardes de verano
que se hacen por la flama irrespirables
las mujeres, los niños y el servicio
abandonaban la ciudad
para bajar al río a refrescarse.
Qué fácil era entonces conversar a la sombra
de frondosos magnolios y de pérgolas lánguidas.
Qué natural la espera hasta que, con la noche,
regresaban los hombres y con ellos las risas.
Hoy te inventas su historia
contemplando el derribo
y más que de las piedras
que una máquina apila,
su memoria te llega a través de un olor:
de las ásperas hojas
de una higuera tronchada.

(De Plasencias, Mérida, De la Luna Libros, 2013)