Así titula Álex Chico (Plasencia, 1980) su tercer libro, que acaba de aparecer en la colección Luna de Poniente de la editorial De La Luna Libros. Se trata, ya sin ambages, de una obra de temprana madurez por más que sus dos libros anteriores La tristeza del eco (2008) y Dimensión de la frontera (2011) ya lo fueran con todas sus consecuencias, como probó su favorable recepción crítica.
La noción de lugar sigue muy presente en la poesía de Chico. De "confederación de lugares" habla la nota editorial, "de emplazamientos diversos que definen el carácter de quien se encuentra en ellos". Tres lugares reales y uno abstracto (pero no menos real) transita este libro: Provenza (y, en concreto L'Isle-sur-la-Sorgue), Ischia (la isla del golfo de Nápoles) y La Verneda (el popular barrio barcelonés), por la parte geográfica; de la otra, la escritura, sí, porque "Un lugar para nadie es, en definitiva, el lugar de la escritura cuando
intenta ordenar aquellos espacios, ya ficticios, por los que trascurre
una vida".
Si algo caracteriza la poesía de Chico es la claridad de planteamientos que se resuelve con la nitidez de unos versos tan lúcidos como aquéllos.
En "Sur la Sorgue", al amor de los parajes provenzales donde vivió René Char, por donde pasó Camus, se alude a las ruinas, al molino, a las casas, al río, a la luz... Elementos distintos que observa el viajero pero que al cabo identifica con los que ya conoce. Memoria y nostalgia de aquello que se perdió y ahora regresa bajo la oscura y laberíntica forma de otra mirada.
"Ischia" es la isla (otra, curiosa coincidencia). Un lugar también para la luz. Al Sur. "¿Quién puede decir lo que guarda una isla?", se pregunta el viajero. Un lugar a la búsqueda de la identidad, tan esencial en este libro. Un lugar donde acuden las referencias al mundo literario y cinematográfico, un culturalismo vivido que es también marca de esta poesía.
En "La Verneda" está la infancia del poeta. Es su barrio de niño, al que regresa algunos años después. Cita a Zagajewski: "Vienes aquí como un extraño, / pero esta es tu casa familiar". Versos muy personales en torno a las periferias, a los viajes en autobús, a los madrugones camino del colegio y, en fin, a esa soñada ciudad del centro que se anuncia más allá de la grisura de una vida cerrada y al margen.
En "W o el lugar de la escritura" se reflexiona sobre el misterioso hecho de escribir, el verdadero lugar, ese refugio donde uno, a solas, resiste. Auden, Simic... "Hay algo heroico en quien no logra vivir / más allá de una habitación cerrada".
En "Epílogo", un solo poema. Largo (como otros de este libro) y en prosa: "Sin título", una auténtica fe de vida: "en saberse extranjero en una lengua propia", "en la perversa alegría de quien se cree, ante todo, un ser triste".
Un gran paso, este libro, que, como escribe, "se apoya en el siguiente". Esperamos.
Si algo caracteriza la poesía de Chico es la claridad de planteamientos que se resuelve con la nitidez de unos versos tan lúcidos como aquéllos.
En "Sur la Sorgue", al amor de los parajes provenzales donde vivió René Char, por donde pasó Camus, se alude a las ruinas, al molino, a las casas, al río, a la luz... Elementos distintos que observa el viajero pero que al cabo identifica con los que ya conoce. Memoria y nostalgia de aquello que se perdió y ahora regresa bajo la oscura y laberíntica forma de otra mirada.
"Ischia" es la isla (otra, curiosa coincidencia). Un lugar también para la luz. Al Sur. "¿Quién puede decir lo que guarda una isla?", se pregunta el viajero. Un lugar a la búsqueda de la identidad, tan esencial en este libro. Un lugar donde acuden las referencias al mundo literario y cinematográfico, un culturalismo vivido que es también marca de esta poesía.
En "La Verneda" está la infancia del poeta. Es su barrio de niño, al que regresa algunos años después. Cita a Zagajewski: "Vienes aquí como un extraño, / pero esta es tu casa familiar". Versos muy personales en torno a las periferias, a los viajes en autobús, a los madrugones camino del colegio y, en fin, a esa soñada ciudad del centro que se anuncia más allá de la grisura de una vida cerrada y al margen.
En "W o el lugar de la escritura" se reflexiona sobre el misterioso hecho de escribir, el verdadero lugar, ese refugio donde uno, a solas, resiste. Auden, Simic... "Hay algo heroico en quien no logra vivir / más allá de una habitación cerrada".
En "Epílogo", un solo poema. Largo (como otros de este libro) y en prosa: "Sin título", una auténtica fe de vida: "en saberse extranjero en una lengua propia", "en la perversa alegría de quien se cree, ante todo, un ser triste".
Un gran paso, este libro, que, como escribe, "se apoya en el siguiente". Esperamos.