Todo es susceptible de empeorar, sí. Por ejemplo, un ministro de Cultura. Como el cantamañanas venezolano. Barbarito tenía que llamarse. Al parecer, fue abucheado en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco de Caracas tras una inspección del local de Instrumentos Musicales "Piña Musical". ¡Y nos quejábamos de nuestro Wert!
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