Con Paz en Madrid, 1992 |
Así titula la revista mexicana Periódico de Poesía su dossier en torno al centenario de Paz, coordinado por su editor, el poeta Pedro Serrano.
Apareció el día de su cumpleaños y no sin lamentar la extraña coincidencia con la muerte de su hija, Helena Paz Garro.
"Como si fuera una fiesta sorpresa que el homenajeado no esperara, y que va adquiriendo su consistencia y fasto, su ligereza y vivacidad precisamente por la libertad con que quienes participan han ido llegando. En lugar de una celebración programada, convocamos a muchas y quienes aceptaron decidieron asistir con poemas, recuerdos, sobresaltos, anécdotas y yuxtaposiciones de todo tipo. Quitamos el pedestal en que lo querríamos encaramar y trajimos una banda de pueblo, sillas y mesas para conversar, y una pista de baile. El resultado es variopinto y festivo, aguerrido también. La rigidez de Paz tenía una inclinación al monumento, que algunas participaciones exponen, pero cuando se soltaba prefería la disipación y la risa. Paz habría dicho que la fiesta es antijerárquica y comunitaria, colectiva e individual. Su cuerpo de dragón está formado por todos los que en ella participan, y la falta de premeditación es su cumplimiento. Es esa disipación, no el monumento, lo que queremos rescatar", dicen.
Aquí se pueden leer las colaboraciones. La de uno, "Con Octavio Paz", entre ellas.