17.4.14

Leyendo a Álvaro Valverde

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Tengo cierta predilección teórica por dos textos homónimos de Álvaro Valverde, titulados «Noticia de la muerte», más un tercero llamado «Conversaciones póstumas». La primera «Noticia de la muerte» es un poema de Una oculta razón (1991) y se trata de un monólogo dramático en el que cierto escritor ficticio reflexiona ante la llamada del necrólogo del New York Times Alden Whitman. «Conversaciones póstumas» (sigo el orden cronológico) es un artículo de prensa (Abc, 1/3/1999) en el que, a propósito de ciertos epílogos televisivos nacionales, cuenta cómo tuvo Valverde conocimiento de la existencia de Alden Whitman, de sus procedimientos necrológicos, y cómo ello le llevó al texto primero. «Escribí ese poema con un doble convencimiento», dice: «que la breve nota daba para un cuento o una novela y que, al menos entonces, yo sólo sería capaz de dar a ese hecho un modesto ropaje lírico». Y la segunda «Noticia de la muerte» es una reescritura narrativa del mismo episodio, desde el mismo punto de vista, pero con más detalles sobre el personaje y la enfermedad que, además de los años y el prestigio, provoca la llamada del necrólogo. El relato está recogido en Ficciones. La narración corta en Extremadura (2001) e incluye una nota a pie de página en la que se lee: «Mi primer impulso, al conocer la anécdota en que se basa, fue el de escribir un cuento. Quiere el azar que ahora, muchos años después de ser concebido como poema, alcance por fin ese modo de expresión. Que cada lector elija bajo qué forma lo prefiere y, si le place, que considere este trasvase de géneros como una de las infinitas posibilidades del juego literario». Pues bien, que, tras el punto de partida externo, el autor se viera en la necesidad de escribir sucesivamente un poema, un artículo y un cuento no creo que forme parte tanto del juego literario (en literatura cada asunto trae incorporado su propio género, igual que reclama en arte su propia manifestación), como de la necesidad de cerrar todos los huecos que el asunto trae consigo y todas las perspectivas desde las que se ofrece. Bien es verdad que en esta triple «noticia de la muerte» se aprecia una circunstancia puntual y cabría decir que excepcional, un mismo asunto —la llamada del necrólogo— tratado desde distintos puntos de vista, esto es, desde distintos géneros. Sin embargo, es a esta misma idea a la que responde en sentido amplio la escritura de Valverde, la poesía, por una parte, en primer lugar, y después la novela y el artículo (e incluyo en «artículo» la actualización diaria del blog en que tanto se empeña). No se trata de una trinidad intelectual o sentimental más o menos difusa, sino de los distintos modos de expresión que requieren las ideas para cumplirse en su totalidad, de modo que, si la poesía aspira al punto central de la diana, las incursiones narrativas y las derivaciones periodísticas o digitales se expanden por las varias circunferencias concéntricas de su superficie. La distribución es pertinente: si la poesía es afirmación o hipótesis, la prosa narrativa o periodística es una secuela lógica, un (cabría decir) quod erat demonstrandum.

3, 4 y 5