La Vanguardia publicó ayer un reportaje a doble página firmado por Jordi Llavina para celebrar el cuarenta aniversario de la edición de L’edat d’or, de Francesc Parcerisas, "un hito de la poesía catalana de las últimas décadas del siglo XX", cuya "influencia llega hasta nuestros días", según Llavina.
El título fue elegido por el autor durante una comida en el restaurante ‘Les délices de France’ con Joan Margarit y Toni Marí (coautor, por cierto, de Ombra i llum. Variacions sobre un tema romàntic).
La edad de oro apareció en 1983 en los Quaderns Crema del añorado Jaume Vallcorba (juntos en la fotografía que ilustra esta entrada, propiedad de la editorial).
Hace un par de meses, Llavina pidió a un grupo de poetas que resumiéramos en unas líneas lo que representó ese libro para cada uno de nosotros y si había algún poema del mismo que todavía nos rondara por la memoria. Esto escribí:
"Dos poemas de L’edat d’or leídos en el florilegio La
nueva poesía catalana (1984) me pusieron sobre la pista de un libro que leí
con entusiasmo cinco años después, en la edición bilingüe de la valenciana
Mestral. Qué luminoso descubrimiento. Allí, la juventud, el mar, los cuerpos,
el verano. Una luz (solar y mediterránea) y un tono (de un culto y elegante
clasicismo intemporal). Ante todo, un estado de ánimo. Pura vida. Lo he releído
y sigue intacto. Me quedo con los versos finales, los que cierran “Retrat del
poeta” y esta obra maestra".
Del poema 'Retrato del poeta'
¿Bienvenida como este sueño que te embarga,
tan dulce, sin agravios ni reproches,
agradeciendo sólo los dones inconmensurables de la vida?
¿Será así que, en el camino de la oscuridad,
iremos al encuentro de la luz?
tan dulce, sin agravios ni reproches,
agradeciendo sólo los dones inconmensurables de la vida?
¿Será así que, en el camino de la oscuridad,
iremos al encuentro de la luz?
Traducción de Xulio R. Trigo y Vicente Gallego