Hilario Barrero me ha hecho un bonito regalo navideño. Ha tenido la deferencia de enviarme desde Nueva York su ejemplar de Self-Portrait in a Convex Mirror (Autorretrato en espejo convexo), de John Ashbery, con la firma autógrafa del poeta de Rochester. Añade, para colmo, uno de sus dibujos pajareros. Mil gracias.
Todo parte de un comentario mío sobre el famoso vate neoyorkino o, mejor, por hacerme eco de alguna entrevista con él publicada en alguna parte.
Hilario (no creo que sea indiscreto al recogerlo aquí) me cuenta: "Conocí al poeta personalmente una tarde en Brooklyn, y me pareció, en cierto modo como parte de su obra, áspero, distante y frío. En lo único que no fue reflejo de su obra fue en la dedicatoria, que sólo firmó el libro sin añadir una palabra, él que tantas "usa" en sus poemas".