La veterana revista malagueña Litoral, que dirige Lorenzo Saval, dedica un número a las islas. Es una auténtica delicia. Una maravilla tipográfica y literaria llena de textos espléndidos e ilustraciones memorables. El sumario impresiona. Es un auténtico archipiélago poético, en el más amplio sentido. Un regalo perfecto.
Según Saval, «se escucha el eco de innumerables islas en el sentir de cientos de artistas e escritores. Islas utópicas, míticas, paradisíacas, fantásticas, la postal del arte y la literatura haciendo turismo por todas las épocas y todos los mares. Desde aquellas islas que ambientaron nuestra imaginación de pequeños, tierras rodeadas de misterio, aventuras y tesoros hasta completar un largo crucero donde se recogen esas muestras, y señales que ha dejado la literatura y el arte en estas aisladas geografías».
Según Saval, «se escucha el eco de innumerables islas en el sentir de cientos de artistas e escritores. Islas utópicas, míticas, paradisíacas, fantásticas, la postal del arte y la literatura haciendo turismo por todas las épocas y todos los mares. Desde aquellas islas que ambientaron nuestra imaginación de pequeños, tierras rodeadas de misterio, aventuras y tesoros hasta completar un largo crucero donde se recogen esas muestras, y señales que ha dejado la literatura y el arte en estas aisladas geografías».
"Las islas son un misterio. Nacen desde los abismos marinos empujadas por fuerzas telúricas, son separadas de los continentes por la actividad sísmica o se materializan por condensación del magma volcánico al contacto con el agua. Han sido y son testigos mudos, pero activos, de la Historia", leemos en la contraportada. Y: "Al mantenimiento de la leyenda ha contribuido la literatura con títulos como Robinson Crusoe, La isla del tesoro, Utopía, El señor de las moscas, La isla del Dr. Moreau, Viajes de Gulliver, La isla misteriosa… Los poetas también han sido tentados por esta magia desde los tiempos de Homero y la Ítaca de Ulises, la isla mitológica que Lord Byron quiso comprar. Asimismo, los pintores han sucumbido al encanto: Canaletto, Turner, Picasso, Pissarro o Pollock, por citar unos pocos. Incluso, trasladaron su residencia a remotas islas, caso de Gauguin, del mismo modo que lo hizo su coetáneo R. L. Stevenson."
Los responsables del monográfico, con Antonio Lafarque al frente, han tenido a bien incluir un par de poemas míos en la muestra: "Strómboli" (que se publicó en Lugar del elogio, mi desconocido segundo libro, de 1987, que formaba parte de la colección la Centena, de la Editora Regional de Extremadura, un proyecto de Antonio Gómez) y "Little Cornwallis Island" (un poema de Una oculta razón). Sólo me cabe añadir que, además de compartir página con Clara Janés, me ha encantado que la ilustración elegida para los versos inspirados en esa isla volcánica situada al norte de Sicilia sea una fotografía de mi admirado Bernard Plossu.