20.8.05

Taizé y El Arca

Ha pasado casi desapercibida la noticia del asesinato del hermano Roger, fundador de la Comunidad de Taizé y ecumenista convencido.
Cuando uno era muy joven compartía, desde la distancia, sus ideas pacifistas basadas en el amor, núcleo, siquiera teórico, del cristianismo. Con todo, más que a Schutz, uno seguía entonces a Lanza del Vasto, que, no en vano, era poeta. Y ya que hablo de Lanza y de poesía bueno será recordar que fueron las ideas de la comunidad del Arca -una estética de la simplicidad que era una asombrosa ética- quienes primero nos unieron a unos cuantos amigos que, al cabo del tiempo, acabaríamos escribiendo poemas. Me refiero a Felipe Muriel, José Luis Bernal, Basilio Sánchez y, espero no olvidar a nadie, yo mismo. Nunca ha dejado de sorprenderme esta coincidencia. No dudo de que lo esencial de aquel acercamiento ha permanecido siempre en nuestras respectivas poéticas. En mi caso, por la sencilla razón de que ha sido uno de los hechos más trascendentes de mi vida.