23.11.05

Confieso

Porque conozco bien la historia, me duele en lo más íntimo la confesión de Miguel Ángel Lama en la entrada "Hoy" de su blog. Estoy de su parte, y él lo sabe. En esto y en (casi) todo. Su lucidez y su rigor vienen siendo imprescindibles para algunos extremeños (y no sólo) entre los que me cuento. Por volver a ejercitar esas virtudes, inherentes a un crítico literario que merezca tal nombre, ha sido ofendido. Quiero decir que han intentado ofenderle, que no es lo mismo. Su tristeza, por eso, es también mía. Nuestra, me atrevería a decir. De cuantos valoramos las cosas bien hechas y despreciamos las chapuzas. De quienes apreciamos a la gente que sabe y abominamos de los usurpadores. Para quienes tomamos, en fin, la literatura como un templo donde sobran los mercaderes.