13.11.05

Naturalidad

Ahora, al recordar el paseo por el campo que he dado esta tarde, como cada domingo, reparo en lo pronto que uno se acostumbra a todo. Hace apenas un mes ese recorrido era un penoso rodeo por un secarral donde el agua no sonaba y el verde ni se veía. Eso, por suerte, ha cambiado y es una alegría apreciar la naturaleza del otoño en toda su intensidad. Con toda naturalidad, para ser exactos.