Me escribe el poeta Antonio María Flórez, a propósito del libro Los hombres intermitentes, que también ha leído, y me recuerda que Fernando Aramburu, su prologuista, tuvo en el pasado estrechos vínculos con Extremadura. Fue muy amigo de los también poetas Carlos Medrano y de María Rosa Vicente Olivas. Desde las revistas Cloc y Kantil le abrió espacio a varios autores extremeños a finales de los años setenta. Me cuenta que viajó por nuestra tierra en esa época y de hecho dedicó un número de Kantil a algunos nombres de la joven poesía extremeña (en el 78): Carlos Medrano, María Rosa Vicente, Paco Señor, Lucía Mera y él mismo. “Si la memoria no me falla, añade, Aramburu vino a Extremadura por primera vez por la época de Semana Santa del año 78. No sé si después volvió. Mérida y Don Benito fueron dos de sus estaciones seguras. A Don Benito se acercó a visitar a María Rosa Vicente, que por cierto estaba enferma por esos días. La admiración mutua era grande, más de aquél hacia ella. Paco Señor y yo estuvimos con él en la cafetería Gran Maestre. No recuerdo bien si Medrano y Lucía Mera se alcanzaron a ver con él en esa estadía. El Kantil al que me refiero, salió unos meses después, tal vez en el verano del 78. Yo conservo un ejemplar en Colombia. El texto que me publicaron se titula Paraíso, que luego fue traducido al italiano y publicado en una revista de Sicilia, por mediación de Fernando. Y el ejemplar de CLOC donde publicaron alguno de mis textos (si no estoy mal se llamaba Criticarta Sónica) no sé dónde lo tengo, pero aparece referenciado en el libro CLOC, Historias de Arte y Desarte de Juan Manuel Díaz de Guereñu (Hiperión, 1999)”.