17.12.07

Obsesión

Ser la obsesión de alguien es una cruz como otra cualquiera. Sólo eso. Lo peor es que uno no elige al obsesivo; un individuo, a menudo, de la peor calaña. Si, para librarte de su manía, pudieras al menos costearle el tratamiento... Como es lunes, citaré a Aznar. Ayer en ABC, decía un par de cosas que vienen al caso: el problema es para el que odia y quejarse es de mala educación. Sea.