29.2.08

Volver

Ayer por la mañana me recordó José María Peña que no venía por aquí desde el día 15 y Pilar Galán, por la tarde, que hacía demasiado que se encontraba con la entrada sobre Eugenio Montejo. La vida, ya se sabe. Bueno, quien de verdad sabe de eso es el poeta ibicenco Vicente Valero que acaba de publicar en Pre-Textos Diario de un acercamiento. Su lectura me ha acompañado esta última semana. Empecé del tirón y las mil cosas que se van cruzando por el camino me han impedido seguir a ese ritmo. Un ritmo, por cierto, que viene dado por el libro mismo; espléndido, como diría el maestro Castelo. Se divide en tres partes. En la primera, "Hojas de verano" el protagonismo corre por cuenta del citado verano, de la isla (y sus playas) y de la infancia. En la segunda, "Los apuntes del paseante", se impone la reflexión. Sobre el paisaje, el color, lo insular, la nieve... Termina con unos aforismos sobre el "oficio" de escribir, sobre la poesía, la mar de interesantes. Sólo la "Poética del paseo" valdría por un libro. En la tercera, "Cuaderno provenzal", aparece la mirada del viajero en medio de un paisaje emblemático. En fin, ya digo, una gozada. La mejor introducción a su inminente Días del bosque, premio Loewe de este año.
Por cierto, y termino, me espera el cuaderno (cada vez más gordos y bonitos) de Juan Antonio González Iglesias, de su conferencia y su lectura en el ciclo Poética y Poesía de la Fundación March. Otro poeta, el salmantino, que avala la vitalidad de ese premio.