Si me has de odiar, no dudes, hazlo ahora;
haz, junto a mi desgracia, que me humille
ahora que mi mundo se desploma;
más tarde no habrá más para los buitres.
Y si mi corazón se cura solo
no vengas por detrás a conquistarme;
llover sobre mojado no es el modo
de prolongar el triste desenlace.
Si me vas a dejar hazlo en seguida,
sin que otros sinsabores me conmuevan;
embiste de una vez, que tengo prisa
por saborear mi más dura condena.
Al lado de perderte, otros dolores
ni duelen ni parecen tan atroces.
De la nueva edición de los Sonetos de W. Shakespeare traducidos por Andrés Ehrenhaus para Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.