Como el libro anterior, publica Hiperión La nota rota, de Francisco Javier Irazoki. Son retratos de músicos que admira, no pocos de jazz. También otros contemporáneos, del pop y el rock, y algunos clásicos, incluidos, cómo no, flamencos. Músicos innovadores que no pocas veces han tenido una biografía trágica. Lo terminé ayer, el día de la muerte de Antonio Vega, paradigma -dicen- del artista maldito de nuestro tiempo.
Algún retrato comienza como si fuera una novela: "Esta es la vida de alguien que necesita huir", dice a propósito de Heitor Villa-Lobos.
Es un libro delicioso, más para alguien que se considera (o casi) un analfabeto musical. Lo ha escrito un poeta. Se nota. Un poeta, eso sí, que conoce muy bien el mundo que describe. He anotado, en fin, unas palabras de Leonard Cohen a quien la escritura le parece "lo contrario de la abundancia, lo contrario del lujo"porque me han parecido toda una declaración de intenciones.
Algún retrato comienza como si fuera una novela: "Esta es la vida de alguien que necesita huir", dice a propósito de Heitor Villa-Lobos.
Es un libro delicioso, más para alguien que se considera (o casi) un analfabeto musical. Lo ha escrito un poeta. Se nota. Un poeta, eso sí, que conoce muy bien el mundo que describe. He anotado, en fin, unas palabras de Leonard Cohen a quien la escritura le parece "lo contrario de la abundancia, lo contrario del lujo"porque me han parecido toda una declaración de intenciones.