Tienen mala prensa los escritores y artistas de fin de semana, amateurs de vacaciones, autodidactas de voluntad, eso sí, inquebrantable que viven con secreta pasión sus aficiones privadas. Sin embargo, salvo unos cuantos privilegiados (o no, vete a ver), son muchos los que van construyendo su pequeña o gran obra (es un decir) robando tiempo al tiempo porque viven de su trabajo y éste es otro, no el de novelista, músico o pintor. Lo que ellos se consideren en el fondo es otra cosa: si abogado o poeta, si compositor o yesista. En lo que a la pintura se refiere, conozco a varios. En mi ciudad, sin ir más lejos. Por ejemplo, mi tío y padrino José Antonio Valverde Luengo, que ha sido toda su vida delineante, dibuja rincones y paisajes rurales y urbanos de Plasencia y alrededores con una precisión admirable. En esta biblioteca donde escribo, pongo por caso, cuelga desde hace años un bonito cuadro de Javier Juanals, mi director desde hace meses, que trae a este cuarto sutiles aires orientales. Estos días, en fin, expone en una sala local Pilar Porras Ramos, una mujer a la que conocía pero de la que ignoraba su dedicación a la pintura. Formada, como tantos de por aquí, en el taller de Pedro Gamonal, nos sorprende con dibujos y grabados (1) de vigorosa factura sobre ramas de árboles (que nos recuerdan, para bien, a los de cierta serie de su citado maestro o a otros de Salvador Retana, otro pintor que pasó por la Escuela de Diputación). Así titula Sebastián Redero el texto que abre el catálogo, tan breve como ilustrativo, perfecto para entender de forma cabal lo que tenemos delante. De "coherente" califica el profesor Redero una muestra donde, como es natural, se destaca la minuciosidad, lo artesanal en su mejor sentido, una nota común a todos estos artistas en los que prima la afición por encima de cualquier otra cosa.
"Plasencia es una ciudad dibujada", escribe Joaquín Vaquero Turcios en el mencionado catálogo, quien destaca de Pilar Porras su "estilo original, exigente y austero" y "un mundo plástico propio". Qué más se puede pedir.
(1) Las fotografías de los cuadros son de Ismael Rozalén.
"Plasencia es una ciudad dibujada", escribe Joaquín Vaquero Turcios en el mencionado catálogo, quien destaca de Pilar Porras su "estilo original, exigente y austero" y "un mundo plástico propio". Qué más se puede pedir.
(1) Las fotografías de los cuadros son de Ismael Rozalén.