2.10.09

Estirpe triste

Lleva uno tiempo dándole vueltas al asunto de la relación entre la poesía y la tristeza. Lo dijo perfectamente W. Stevens: la poesía es una forma de la melancolía. Por eso me ha parecido tan pertinente el comentario de Julio M. Mesanza publicado con ese mismo título, "poesía y tristeza", en su blog. Como bien dice, ni el poeta ni el poema tiene por qué ser tristes para que el lector sienta tristeza al leerlo.
Anoté este verano en el cuaderno: "Sí, hay personas tristes. Uno seguramente es triste. Tiendo a la tristeza. A la melancolía, que queda mejor. Sí, también entre los poetas -en la poesía- hay una estirpe triste. Manrique y Vallejo son dos ejemplos entre muchos. Puede que todo sea, en fin, una simple cuestión de carácter. Y, por eso, de destino".
Dos días antes había cumplido cincuenta años.