Mercè Ibarz publicó La terra retirada en 1993. Ahora la edita en castellano la ejemplar Minúscula con un espléndido epílogo de 2009. Habla de su pueblo, Saidí (Lleida), y de un mundo rural perdido. "Como dice un sabio japonés -escribe-, el paisaje no se contempla ni se vive desde la distancia, no implica distancia en el espectador ocioso que ve la belleza en él porque no lo trabaja, sino que es una de nuestras condiciones en tanto personas que vivimos en un tiempo y también en un lugar. (...) El paisaje como destrucción. Y no obstante, en el paisaje vivo. Vivimos".