31.3.11

Una historia de la literatura (reciente)

"Así como las traducciones de los clásicos deben renovarse periódicamente para sacudirles las polillas, la historia de la literatura requiere ser reescrita de tanto en tanto, aunque sin caer en el adanismo consistente en partir de cero", escribía Ángel Prieto de Paula al comienzo de su reseña sobre Historia de la literatura española 7. Derrota y restitución de la modernidad. 1939-2010, de Jordi Gracia y Domingo Ródenas, publicado por Crítica. Un texto lúcido que terminaba: "Claro que esta tampoco será la historia definitiva -y remite a lo reproducido más arriba-, pero sí indispensable para ulteriores "historias", que previsiblemente excluirán a muchos de los que hoy figuran aquí (aun si incorporaran a alguno que no figura): en los panoramas de materias contemporáneas hay que optar entre arriesgarse a incluir alguna ganga, que tenderá con el tiempo a desaparecer, o renunciar a alguna perla, que podría no recobrarse nunca. Los autores han elegido, creo que atinadamente, lo primero. En cualquier caso este libro, excelente por tantos conceptos, es ya una ineludible aguja de marear para orientarse en la literatura reciente, y ejemplifica como pocos los renuevos del viejo Humanismo".
A partir de estas constataciones y principios puede uno acercarse sin temor al tomo en cuestión, un abultado volumen de XVI + 1.184 páginas, y leer sin prisas y con deleite acerca de lo que le ha venido ocurriendo a la literatura de España en los últimos 70 años.
A la espera de esa lectura reposada que el libro merece, por aquello del paisanaje, entre la curiosidad y los complejos, me he tomado la molestia de recorrer el índice onomástico a la busca de los extremeños allí mencionados. Tras la correspondiente consulta, he comprobado que a excepción de Javier Cercas, que tiene un capítulo para él solo, los citados disfrutan de la media página de rigor en este tipo de obras (algunos un poco más, por ejemplo GHB) lo que, por ahora y sólo de momento, les hace acreedores de la consideración de escritores dignos de ser tenidos en cuenta a la hora de abordar una historia literaria tan próxima como rigurosa. Los elegidos, por ahora, son quince, de ellos sólo dos mujeres: José María Valverde, Félix Grande, José Antonio Gabriel y Galán, Manuel Martínez Mediero, Pureza Canelo, Luis Landero, Gonzalo Hidalgo Bayal, José Luis García Martín, Ángel Campos Pámpano, Álvaro Valverde, Diego Doncel, Ada Salas, Javier Cercas, Julián Rodríguez y Javier Rodríguez Marcos. Más breve es el comentario sobre Eusebio García Luengo, un raro. Se menciona también a Felipe Trigo, Enrique Díez Canedo, Antonio Rodríguez Moñino, G. Ortega Muñoz, Alberto Oliart, Dulce Chacón, Isla Correyero (como editora de la antología Feroces) y Antonio Sáez Delgado (por sus diarios). Y, cómo no, a revistas tan nuestras como Espacio/Espaço escrito o Hablar/Falar de Poesía. No sale mal parada Extremadura y los extremeños, de dentro y de fuera, en el panorama. Hemos estado mucho peor.
El tiempo, en fin, irá tomando la palabra. Para eso falta mucho. Ya conocemos la historia.