La historia sucedió como sigue. Alguien, para mí un desconocido, me envía el enlace con un blog que se titula Ángeles y Reiki. Uno, educado como es, responde con un sencillo "gracias y angelicales saludos", después, esos sí, de echarle un vistazo a la página. Luis Moreno, ese alguien, responde: " Hmmm.... menos gracias... menos angelicales saludos.... y haz el favor de enviarnos un poema, hombre, que no cuesta tanto... Podríamos pedirte permiso para buscar nosotros mismos, pero luego... pasa lo que pasa... que no te parece adecuado el elegido... y hay que cambiarlo". Seguía con otras consideraciones numéricas y personales. Confieso que me descolocó la respuesta. Del todo. Fue cuando decidí intentarlo. Recordé que hace mil años me habían pedido un poema para un homenaje a Walter Benjamin que tenía previsto publicar El Urogallo, la revista de mi añorado amigo José Antonio Gabriel y Galán, y que escribí y mandé (para nada: todo quedó en proyecto), a instancia de otro paisano, Fernando Castro Flórez, uno sobre "Angelus Novus", el cuadro de Paul Klee, un motivo benjaminiano. Pero entonces no había ordenadores y el poema (o poemas) está desaparecido en el fondo de alguna carpeta de las que abundan por los bajos de las estanterías. Total, me puse a ello y salieron estos versos que ahora aparecen en el mencionado, angélico blog con un encabezado algo pomposo que no es mío y un dibujo de Federico Gallego Ripoll.