Hoy es uno de los días más importantes de mi vida. Mi hijo pequeño cumple 18 años. Ya es mayor de edad. Un ciudadano con derecho al voto (que, además, está deseando votar). Será el primer cumpleaños de su vida que no pasamos su madre y yo con él. La pena se ve de sobra compensada por la alegría de saber que está feliz en Sevilla. Ya pasamos antes otra vez por esto, cuando su hermana alcanzó esta simbólica edad. Qué orgulloso y feliz me siento. Si no fuera por días así... Ahora, que la jornada traiga su afán.