"Si el poeta en la sociedad burguesa del segundo imperio francés había perdido su aura, como nos enseña Walter Benjamin en la figura de Baudelaire, el crítico ya había nacido sin ella. Ser consciente de ello es crucial para sobrellevar con inteligente dignidad la labor crítica. En palabras de Sartre: el crítico literario es el pariente tonto de la familia social. Así que me niego a hablar de influencia ni de poder. Somos profesionales de la lectura analítica. Y, aunque a veces no lo parezca, la crítica es un género literario. Cuando un crítico es bueno, se lo lee, no sólo para que influya en una dirección determinada, sino también por el simple placer de leerlo". J. Ernesto Ayala-Dip, Crítico de Babelia. El País.