19.9.12

Palabra de Bustamante

Tableaux, J-M. Bustamante















El arte es, por encima de todo, una experiencia de la mirada.
Mi trabajo consiste en hablar de usted a través de mí.
Una obra de arte ayuda a vivir.
Un artista necesita un proyecto. Un buen artista sabe exactamente qué está haciendo.(...) Es un guerrero. Lucha contra sí mismo.
El artista debe ser fuerte y conmovedor.
Una obra de arte es el espacio. 
Un artista tiene que hallar la distancia correcta entre él mismo, la obra y el receptor.
En una buena obra de arte siempre falta algo.
Me gusta la obra que no comprendo. Un artista debe transportarnos, abrir una nueva perspectiva.
Gran parte del tiempo, el arte es un lugar que ignoramos. 
Una buena obra siempre es simple. Mi lema es "sé muy simple". El resto es vanidad o destreza, con excepciones. 
En los años ochenta lo poético se concebía como una debilidad, algo sentimental. Hoy parece haber un regreso a los valores de lo poético, espero que sin nostalgia o sesiblería, más bien con vitalidad, de una forma abierta a la vida, con energía e intensidad. Una obra de arte no tiene que ser bella, tien que ser fuerte. La fortaleza tiene su propia belleza.
Un artista suele mantener más o menos las mismas obsesiones a lo largo de su vida. Cuando tienes 20 años y quieres ser artista, tal vez te interese más la tierra, la vida, la muerte. Más adelante, ya mayor, a mí me interesa el aire, la luz, el color, el cielo. 

Nota: estas reflexiones, a veces aforismos, son del artista francés, de padre ecuatoriano, Jean-Marc Bustamante (Toulouse, 1952) y están tomadas de sendas entrevistas realizadas por Javier Díaz-Guardiola (Cultural de ABC) y por Fietta Jarque (Babelia, EL PAÍS) con motivo de la exposición Calma blanca (Sala Alcalá, 31, Madrid) de la que es comisario José Jiménez.