Elena Hevia: Un charnego es alguien que no acaba de saber dónde está su lugar. ¿Usted lo siente así?
Javier Cercas: Nunca he sabido cuál era mi sitio. He sido gerundense y
ultratrujillano. Para mí fue una ofensa que me trajeran a los cuatro
años a Girona que entonces era un sitio gris. Y creo que en cierto modo
esta novela sirve para reconcilarme con Girona, ciudad en la que entre
otras cosas, está enterrado mi padre.
EH: Y no ser de un sitio concreto ¿es bueno o es malo?
JC: Creo que si no me hubiese movido de mi pueblo jamás habría sido escritor. Básicamente los escritores son gente desubicada.