10.10.12

Kavafiana (II)














De tierras desdeñadas por el tiempo
a quebrar nuestro orgullo habéis llegado.
Bien sabéis lo que velan las murallas.
Palacios que han alzado las leyendas
fundados sobre mármoles y jades,
con jardines colmados de unicornios
y fuentes hilvanadas entre flores.
A su lado en la tarde se solazan
muchachas marfileñas que se ofrecen
cual frutas de extraviados paraísos.
El ansia por forzar tales riquezas,
por gozar la belleza sin dolor,
os movió a enjaezar vuestros corceles
y volar en sus lomos hasta aquí.
Y ahora que al alcance las tenéis,
que de ellas os separan solo piedras
y rostros sudorosos y cetrinos
que espían con pavor desde el adarve,
os pido que volváis a la ancha estepa.

No sufráis que el embrujo de estos muros
cautive vuestras almas para siempre.

Néstor Hervás