"El verbo
amar era el primero que aprendíamos en el colegio. Podía ocurrir que
uno recibiese dos bofetadas por no recitar correctamente el imperfecto
de subjuntivo. Todo quisque habla bien del amor y hay gente famosa que
sale en las revistas por haberse enamorado. Pero ya Fray Luis cifraba la
sabiduría en el anhelo de vivir a solas “libre de amor”. Y es
que el amor da trabajo, comporta gastos y decepciones, duele cuando no
es correspondido y, cuando lo es, se cubre de óxido con los días.
Implicar en él la totalidad del yo, ¡menuda fatiga! Pues así lo
define Eva Illouz, que se declara feminista, lo cual es batalla verbal,
debate y reivindicaciones en la alcoba. Le he preguntado a la costilla
(veintinueve años juntos, dos hijas, facturas compartidas, días de besos
y días de truenos) qué entiende por amor. Llegaban nuestras carcajadas
hasta la calle." Fernando Aramburu, El Cultural.