23.1.13

Guadalupe

En su sección dominical "Mira quién habla", entrevistaba Alonso de la Torre al fraile franciscano Sebastián Ruiz, Padre Guardián de Guadalupe. En la conversación salieron a relucir los problemas habituales del monasterio más importante de Extremadura: su intempestiva pertenencia a la todopoderosa diócesis de Toledo (que don Amadeo les perdone), sus continuas necesidades de restauración, lo complicado que resulta mantener abierta la Hospedería... De vocación tardía, fray Sebastián, que trabajó en Proyecto Hombre, habla alto y claro de esos y otros asuntos; así, no le duelen prendas reconocer el apoyo incondicional del gobierno socialista (personificado en Rodríguez Ibarra y Antonio Ventura, paisano suyo de Campanario), afirmar que Jiménez Losantos es "insano para la salud mental" o que los restaurantes de la Puebla "te trincan" con una "morcilla que es un timo" (porque procede del matadero de Miajadas) y que "no cuidan el turismo", sólo preocupados por el "ingreso fácil". Esto último, me consta, ha molestado en el lugar, por más que, amén de verdad, no deje de resultar anecdótico al lado de lo sustancial de la charla.
A ver si un año de estos puede hacer repicar las campanas para celebrar, como él dice, que el enclave religioso es del todo extremeño. Algo por lo que lucha, desde hace tiempo, Guadalupex y su presidente, Vicente Sánchez-Cano.