GHB / Pilar Porras |
Mantengo la noticia en secreto desde el martes de la semana pasada, cuando Merche Barrado me llamó para comunicarme que habían concedido a mi amigo Gonzalo Hidalgo Bayal el Premio "Extremeño de HOY", creado hace ahora 25 años por el periódico extremeño.
Este es un premio merecido, desde hace tiempo, y, además de justo, limpio, ya que la elección de los premiados se realiza democráticamente entre los redactores del diario. No tiene dotación económica, aunque sí trofeo: la famosa encina cúbica diseñada por José Luis Hinchado.
Una alegría, sí. Hacía diez años que no se le concedía a ningún escritor, algo que, por cierto, me intrigaba. (Pronto se verá hasta qué punto.) Lo fueron, yendo hacia atrás: Jesús Sánchez Adalid, Javier Cercas, Dulce Chacón, Á. V., Santiago Castelo, José Antonio Ramírez Lozano, José María Valverde, Pedro de Lorenzo, Jesús Delgado Valhondo, José Luis García Martín, José Antonio Gabriel y Galán y Luis Landero.
"Hecho (y leído) el relato del premio (Noticia de un premio, podría llamarse), se puede suspender la ceremonia", me escribió Gonzalo tras darle la enhorabuena. "Esto entra en las categorías de cenas homenaje de que habla Mairena", añadió con la ironía que le caracteriza. A él tampoco le gustan esos actos públicos con discursos y autoridades. Para colmo, hay que sustituir el machadiano aliño indumentario por el traje y la corbata. La fiesta será, por cierto, en el Palacio de Congresos de Badajoz el próximo día 29 y uno tendrá el honor de entregarle la pesada estatuilla conmemorativa.
Terminaba su breve carta, y una escueta reflexión sobre los premios, con una palabra elocuente: "humildarse".
Me referí aquí atrás al "otoño Bayal" y puedo asegurar que uno no esperaba que llegara a tanto. Bien está. Salud, maestro.