«El término "álogo" fue acuñado por Javier Sánchez Menéndez y definido como "el comentario a una entrada de blog". Dicho término acabó dando nombre a una colección específica de las
Ediciones de La Isla de Siltolá, donde se vienen publicando -en unos hermosos y manejables volúmenes- unas selecciones de entradas de determinados blogs», nos contaba en el suyo,
El juego de la taba, Elías Moro, que ahora publica en esa misma colección
Manga por hombro; un libro, conviene destacarlo, que se abre con un cariñoso prólogo del periodista y escritor Antón Castro titulado "Fotografía de un escritor en libertad", un vivo retrato de cuerpo entero que le hace justicia. Como las palabras que el londinense Eduardo Moga dedica a la escritora Olga Bernad: "La tristeza iluminadora", al frente de
Algunos cisnes negros, donde se recogen "setenta y cinco prosas aparecidas en el blog
Caricias perplejas durante el período que va desde mayo de 2008 a mayo de 2013"; prosas que pierden la fecha, como en el caso de Elías Moro, quien ha sacrificado incluso el orden cronológico, y cualquier otro, porque quería "caos, un poquito de caos". No es el caso de José María Cumbreño, que en
La temperatura de las palabras reúne algunas vigorosas e insumisas
entradas de
(Casi) diario de JMC, escritas entre enero de 2009 y septiembre de 2011.
Hace tiempo José Luis García Martín me pidió algunas del mío para publicarlas en la revista
Clarín. Ante mis dudas, me advirtió que, una vez en papel, no serían lo mismo. Y así fue. O eso me pareció. Lo que sucede tras (re)leer las páginas de estos volúmenes que uno ya leyó en su día, cuando se fueron
colgando en la red. Lo mismo que me ha pasado con las reunidas por el citado Martín en
Línea roja, la última entrega de sus diarios, editada exquisitamente por
Impronta, donde sus lectores habituales encontramos una vez más al profesor vocacional, al viajero reincidente, al impertinente tertuliano, al lector incansable, al crítico acerado, al rutinario paseante...
Termino, pero vuelvo al principio. Para mencionar otra vez al editor
Javier Sánchez Menéndez y su nueva entrega literaria, con ecos cernudianos,
El libro de los indolentes (1. Encuentro en Camarinal), que publica
Imagine Cloud Editions, otra obra en la que el yo, lo reflexivo y lo memorialístico marcan el tono.