19.2.14

Diario extremeño

Me entero por Mario Martín de que en Cajón de sastre, espacio misceláneo de autores de la editorial Pre-Textos, se han publicado las anotaciones inéditas que, bajo el título Notas de un diario extremeño, Peter Sloterdijk envió a su amigo Isidoro Reguera tras un breve viaje por Extremadura. Traductor de una parte importante de su obra, el propio Reguera se ha encargado de verterlas al español. Inéditas en nuestra lengua, sólo una parte se incluyó en su diario Zeilen und Tage (Suhrkamp, 2011).

30 de octubre. Plasencia
En la iglesia que hay junto al Parador puede verse una exposición de pasos, figuras procesionales de tamaño natural que en Semana Santa llevan por las ciudades penitentes encapuchados. Todas ellas muestran en un estilo estridentemente realista escenas de la Pasión de Cristo. Es obvio que están inspiradas por una afición a los cadáveres y que las exalta un entusiasmo por la tortura. El turista de zonas nórdicas no puede menos de plantearse la pregunta de si el sur y el oeste español no siguen siendo enclaves del masoquismo metafísico. Aquí se respira el aire del dolorismo español y se adivina algo de la disposición al sufrimiento de hombres de la provincia profunda, que tienen todavía cabezas de lansquenetes y conquistadores y hoy se las arreglan más mal que bien como peones y abastecedores. El dolorismo es el heroísmo de los defraudados por la aventura. Pertenece a los secretos de la masculinidad española que en relación a Dios todos los creyentes sean mujeres.