Me complace compartir la buena nueva con la familia, los amigos y los lectores, por pocos que estos sean.
Agradezco a la editorial la confianza que sigue depositando en mí. Personalizo ese agradecimiento en Antoni Marí y Juan Cerezo. Éste será el cuarto libro de poemas de uno que incorporen a su acreditado catálogo.
También quiero expresar mi gratitud a Salvador Retana, que ha hecho un bonito dibujo ex profeso para la cubierta de esta edición, y al fotógrafo Carlos Santiago. Y a quienes adelantaron en sus respectivas revistas poemas de este libro: José Luis García Martín (de Clarín), Patricia y Juan Carlos Marset (de Sibila) y Luis García Montero (de La estafeta del viento). En la antología Un centro fugitivo Jordi Doce ya incluyó algunos versos de Más allá, Tánger. No sé si olvido a alguien.
El libro, por cierto, llega en un momento personal muy oportuno. Cuando están a punto de cumplirse treinta años de la publicación de mi primer libro (Territorio, 1985) y veinte del primero que apareció en esta colección, Ensayando círculos (1995). Me alegran, ya digo, estas azarosas coincidencias. Seguimos.
También quiero expresar mi gratitud a Salvador Retana, que ha hecho un bonito dibujo ex profeso para la cubierta de esta edición, y al fotógrafo Carlos Santiago. Y a quienes adelantaron en sus respectivas revistas poemas de este libro: José Luis García Martín (de Clarín), Patricia y Juan Carlos Marset (de Sibila) y Luis García Montero (de La estafeta del viento). En la antología Un centro fugitivo Jordi Doce ya incluyó algunos versos de Más allá, Tánger. No sé si olvido a alguien.
El libro, por cierto, llega en un momento personal muy oportuno. Cuando están a punto de cumplirse treinta años de la publicación de mi primer libro (Territorio, 1985) y veinte del primero que apareció en esta colección, Ensayando círculos (1995). Me alegran, ya digo, estas azarosas coincidencias. Seguimos.