J. V. Arnelas / HOY |
Vara no será el líder ideal, pero me alegro de su victoria. Su honradez está por encima de cualquier duda, lo que en estos tiempos no me parece poco. Y tiene programa. Ideas, no sólo ocurrencias, Además, se dice uno en plan de broma, si éste se echara una novia, que no creo, sería de Táliga.
Qué alivio, sí, no escuchar cada poco el acento cargante de Monago, ese que dijo en campaña que compartía "conmigo", con cada uno de sus paisanos. No, uno, como el resto de los que vivimos aquí, nunca ha hablado así. Ni en el fondo ni en la forma. Ese "deje gangoso" de presunto pijo de "Madridddd", como lo calificó Alonso de la Torre, sólo se lo ha escuchado uno a su Vicepresidenta, la señora Teniente, otra que tal baila. Vara no vocaliza bien, es verdad, incluso se expresa a trompicones, pero al menos merece la pena descifrar lo que dice. Y más de un tiempo a esta parte; tras la derrota, como suele repetir. Éste sí habla en "extremeño", aunque nadie llegue a la perfección del primer responsable económico de Monago, el recio Antonio Fernández.
Por lo demás, Rajoy bien podría cumplir ahora los sueños monaguescos y nombrarle, como él quiere, ministro de Interior. Me da que éste es otro que va camino de Madrid. Allí siempre le quedará la opción de los platós televisivos, donde se mueve como pez en el agua.
Por lo demás, Rajoy bien podría cumplir ahora los sueños monaguescos y nombrarle, como él quiere, ministro de Interior. Me da que éste es otro que va camino de Madrid. Allí siempre le quedará la opción de los platós televisivos, donde se mueve como pez en el agua.
Termino. Como lo que más me importa es la cultura, y en especial la de esta tierra, confío en que algunas cosas vuelvan a ser como antes. O siquiera parecidas. Vamos, que se dé otra vez importancia a según qué materias olvidadas o preteridas por esta panda de incultos que han confundido a Woody Allen con las témporas. A los libros, por ejemplo. Y a las bibliotecas. En Plasencia se ha hecho y el alcalde Pizarro es también del PP. Espero que Podemos, con los que no simpatizo (aunque aprecie la soltura de mi tocayo), le echen en eso una mano. No aspira uno a mucho más. Tiempo habrá de comentar cómo van las cosas. Y, si Dios quiere, de votar de nuevo.