2.1.16

Cavafis en España

Que vea la luz en España una nueva edición de la poesía completa del poeta griego Constantino Cavafis, en este caso a cargo del helenista Juan Manuel Macías y en la prestigiosa editorial Pre-Textos, una de las de referencia en lo que a traducciones se refiere en el ámbito hispánico, no deja de ser un acontecimiento. Por el alcance del poeta en el canon lírico del siglo XX (y, me atrevería a decir, de todos los tiempos) y por la dimensión de la poesía, una de las de verdad imprescindibles para los lectores y, más aún, los poetas, poco importa de qué edad.
Hace ahora cincuenta y tres años que se publicó por primera vez un libro de Cavafis en España. Fue en catalán y el responsable de la edición, Carles Riba, un poeta enamorado del mundo griego. A los dos años, en 1964, aparecía en Málaga (en el exquisito sello de Caffarena y León, maestros impresores) la primera antología en castellano del alejandrino. Los traductores: Elena Vidal y José Ángel Valente, como Riba en su ámbito, un poeta fundamental. Estas cosas nunca son casuales.
Vicente Fernández González, profesor de la Universidad de Málaga, coordinó un volumen conmemorativo, Málaga Cavafis Barcelona, donde reunía poemas de ambas ediciones y añadía otros vertidos a nuestra lengua por un puñado de traductores que también se atrevieron con el autor de “Ítaca”: Avellà, Garcés, Ayensa, Ferraté, Miralles, por parte catalana, y, por la española, Álvarez, Anghelidis, Bádenas de la Peña, Cantú, Cañigral, Castillo, De Cuenca, Ferraté, Irigoyen, Pothitou, Herrera, Rivera, Santana y Silván. La introducción de Fernández, firmada junto a Joaquim Gestí, es ya un estudio inevitable a la hora de aproximarse a Cavafis y a su relación con su poesía en español. 
De las ediciones de los anteriormente citados, podría uno añadir algún detalle. Por ejemplo, que casi todos los poetas de la Generación del 68, la de los Novísismos, y de la mía, la de la Democracia o del 80, nos iniciamos en Cavafis gracias a la antología de José María Álvarez (Hiperión). Que de la de Pedro Bádenas de la Peña (en la asequible Alianza), más rigurosa pero acaso menos poética, hay numerosas ediciones. Que la de Lázaro Santana fue una de las pioneras, en Visor. Que era una preciosidad la de Joan Ferraté en Lumen (con tapa dura), con fotografías de Dick Frisell. Que las versiones de Ramón  Irigoyen, en Seix Barral, son unas de las más originales y arriesgadas. O, en fin, que la de Luis de Cañigral formó parte de una divulgativa colección ineludible: Los Poetas, de Júcar.
Juvenal Soto dijo con acierto que Cavafis era una idea. Como Alejandría, la ciudad de las afueras de África, que diría Fabio Morábito, que le vio nacer. Y una influencia decisiva en la poesía española de la segunda mitad del siglo pasado y de lo que va de éste.
Uno sigue reconociendo en él un magisterio para la literatura. Y para la vida. Una ética que es una estética. No, nunca estuvo este hombre más de actualidad. Por clásico.

Nota: Este artículo ha aparecido en el número doble 12/13 de la revista griega Frear. En la misma entrega se incluye una amplia Antología de la Poesía Española Contemporánea coordinada por Dimitris Angelis y Virginia López Recio. Los poemas están, como es lógico, traducidos al griego por Ursula Foskólu (que se ha ocupado de las mujeres), Kostas Vrachnós y Dimitris Angelís, director de la revista.