26.6.19

Siroco en Roma

"Cuando perdí oído y vista en Roma llegó el siroco y venció al viejo aquilón de las montañas. El sol se puso una camisa y brillaba con una luz falsa. Es la época en que aumentan las desgracias y es fácil pronunciar palabras sin amor. Es el viento cálido que contraataca en el desierto. A veces se hace notar, esparce arena roja sobre la ciudad amodorrada y sopla sobre ella hasta hacerla perder el juicio. Cuando el siroco se marcha lo hace a escondidas y en mitad de la noche, mientras dormimos olvidados de todo. Pero de madrugada, alrededor de las tres, cae el rocío. ¡Quién pudiera estar despierto y mojarse los labios!" 
Ingeborg Bachmann, "Lo que he visto y oído en Roma". Traducción de Andrés Catalán y Lucía Martínez. Revista Clarín, número 141.
La fotografía del Trastévere es de Ferda Hejl