29.1.24

De alguna manera...


La dichosa expresión causa estragos. Su uso es tan mayoritario como insoportable. Deberían declararlo ya pandemia. No hay político, periodista, tertuliano o mindundi en general que no la suelte veinte veces por minuto. Hagan la prueba. Intenten captar la muletilla en televisión o en los textos escritos. En las entrevistas, florece. Lo peor es que, una vez que caes en la cuenta de su empleo abusivo, cada poco tropiezas con el dichoso dicho y no deja de ser una tortura. Al cabo, es una prueba más de la situación de pobreza mental en la que languidecemos. Donde todo se dice o se escribe o se hace "de aquella manera". La sinsustancia que nos aqueja. A diestra y a siniestra. Sí, la utilización del lenguaje nos delata. Y hasta qué punto. 
Antonio Comas Puig escribía hace diez años en La Vanguardia: «Pues bien, “de alguna manera" no es nada, porque las cosas son blancas, negras o grises; grandes, medianas o pequeñas; claras, tenues u oscuras; buenas, regulares o malas. “De alguna manera", a mi modo de ver, sólo indica falta de recursos en la expresión y en el lenguaje o, lo que es peor, eludir o no querer pronunciarse sobre un tema, o no indicar lo que se piensa de lo que es o puede ser un asunto, ignorar hacia dónde se decanta un proceso y adónde puede conducirnos».
"De alguna manera tendré que olvidarte", cantaba Aute. Tampoco parece fácil olvidarse de este latiguillo. En fin, que Ferlosio y Bayal nos perdonen. Me incluyo porque uno, ay, también usó la recurrente expresión alguna vez. Mea culpa.