29.9.05

Marina D'Or

Hay dos tipos de personas: las que se alegran de que exista Marina D'Or y las que no. Quienes la visitan y hasta veranean allí (y están deseando que concluya esa terrorífica ampliación que anuncian la tele, con un balneario capaz de atender a siete mil almas al día) y quienes abominamos de ese populoso y hortera Benidorm del siglo XXI, digno de la mente prodigiosa de un zaplana cualquiera.