No es sólo formal la dedicatoria, "Para Yolanda y Álvaro", que viene con el nuevo libro de Jesús Munárriz, Sólo amor (Bartleby Editores): anticipa la pertinente voluntad de que sea leído por los dos. Y así ha sido.
De una relación larga pero muy intensa, la suya con Maite (la de cualquiera que ha compartido su vida con alguien durante muchos años), dan cuenta los poemas de este libro, un diario amoroso que rompe con los tópicos al uso y que, a pie de tierra, celebra el amor con el debido entusiasmo. Tanto y tan certero que se contagia al lector. Al menos a éste. De una sentada leí todos los poemas y con ellos gocé y sufrí, que de ambas experiencias todo amor participa. Confieso que, a ratos, sentí incluso (sana) envidia. A uno, reticente con la poesía amorosa, le hubiera encantado decir según qué cosas y, sobre todo, que otra persona pudiera leer ciertas palabras que, sin duda, merece. Para muestra, en fin, este botón:
Dichoso
Dichoso el hombre cuya amada sea
igualmente su esposa,
le permanezca libremente fiel,
le ame con voz amante,
acompase su cuerpo
a su deseo,
disfrute doblemente
en ella,
en él,
lo celebre, promueva
y agradezca
y sepa bien
cuánto se le agradece.
Dichoso el hombre al que ama
tal mujer.
De una relación larga pero muy intensa, la suya con Maite (la de cualquiera que ha compartido su vida con alguien durante muchos años), dan cuenta los poemas de este libro, un diario amoroso que rompe con los tópicos al uso y que, a pie de tierra, celebra el amor con el debido entusiasmo. Tanto y tan certero que se contagia al lector. Al menos a éste. De una sentada leí todos los poemas y con ellos gocé y sufrí, que de ambas experiencias todo amor participa. Confieso que, a ratos, sentí incluso (sana) envidia. A uno, reticente con la poesía amorosa, le hubiera encantado decir según qué cosas y, sobre todo, que otra persona pudiera leer ciertas palabras que, sin duda, merece. Para muestra, en fin, este botón:
Dichoso
Dichoso el hombre cuya amada sea
igualmente su esposa,
le permanezca libremente fiel,
le ame con voz amante,
acompase su cuerpo
a su deseo,
disfrute doblemente
en ella,
en él,
lo celebre, promueva
y agradezca
y sepa bien
cuánto se le agradece.
Dichoso el hombre al que ama
tal mujer.