De esta manera ha titulado el poeta y traductor canario Rafael-José Díaz un libro que recoge páginas de un diario escrito en el verano de 2009 en su isla natal de Tenerife y que ahora publica Polibea, colección Los Conjurados, en una bonita edición con prólogo de Goretti Ramírez (poeta y antigua compañera en la revista Paradiso), sugerentes dibujos de José Herrera y fotografías de Roberto A. Cabrera y Carmela García.
La estancia en la casa familiar, los viajes por la isla, el regreso al pasado, el paso del tiempo, esa encrucijada sucesiva en la que solemos encontrarnos en la vida son los motivos que le impulsan a escribir, con la debida indolencia, estas prosas "en tránsito" basadas sobre todo en la mirada. Una mirada solar, insolada, plena de lucidez, que se acerca al misterio que esconde cualquier existencia. Absurda a ratos, perpleja casi siempre.
La estancia en la casa familiar, los viajes por la isla, el regreso al pasado, el paso del tiempo, esa encrucijada sucesiva en la que solemos encontrarnos en la vida son los motivos que le impulsan a escribir, con la debida indolencia, estas prosas "en tránsito" basadas sobre todo en la mirada. Una mirada solar, insolada, plena de lucidez, que se acerca al misterio que esconde cualquier existencia. Absurda a ratos, perpleja casi siempre.