26.3.11

Rosillo

Sueño del origen ha titulado el poeta murciano Eloy Sánchez Rosillo (1948) su nuevo libro de poemas. Como los cuatro últimos, lo publica Tusquets en la colección Nuevos Textos Sagrados, donde también tiene su poesía reunida desde 1974 hasta 2003. La viñeta que ilustra la cubierta es de su amigo Ramón Gaya y anticipa la luz y la mediterraneidad de la obra.
Cualquiera que ya haya leído a Rosillo encontrará familiar la voz que se dirige a él desde sus páginas. Es la misma de siempre, sí, pero más honda. Grave a rachas, pesa la edad, pero más alegre que nunca.  Hay más de himno que de elegía. Mira el poeta hacia el pasado, a su infancia sobre todo (la playa, el campo), pero no pierde de vista el presente y hasta el futuro. Hay vida: "Todo es ya el centro".
Leo estos poemas en marzo, el mes anhelado que dé fin al invierno, y me lleno de su serenidad y su consuelo, de su melancolía y su misterio. Celebran la existencia de un modo contagioso. Se acercan al dolor y hasta a la muerte con una naturalidad que sobrecoge. Son claros como el agua de esos vasos que pintara Gaya y dan las mismas ganas de bebérselos de un trago, apurando de ellos hasta la última gota.
Lo que uno cree que colma todas las expectativas de Rosillo, ahora y siempre, desde que el adolescente que fue tomó esa decisión trascendente, la más importante, es escribir. Y escribir, además, poesía. Por eso, se me antoja fundamental este poema, "Una extraña aventura". Dice así:

Para hallar y ordenar unas pocas palabras
que con su propia música una emoción expresen,
hice yo de mi vida una extraña aventura
de búsqueda perpetua y tantas soledades.

¿Es ése mi destino? Tal vez. Vale la pena.
gastar así la vida, si alguien, ahora o después,
piensa que fue el amor quien me guió los pasos
y encuentra en estos versos mi verdad y la suya.

Es poco, bien lo sé, pero este lector es ese "alguien" que ha encontrado en ellos su indeleble verdad. Alguien, por cierto, que en esto de leer y admirar a Eloy Sánchez Rosillo no está solo.