Mi compañera Chelo, que es cacereña, suele afearme mi placentinismo novelístico. Sí, de serlo, será eso: ficticio. Siempre que puedo, hablo bien de la capital de mi provincia, como ahora.
Cuando la conocí desde dentro, caí en la cuenta de la importancia real de la Feria del Libro de Cáceres. De eso hace mucho. Ha ido a más. La edición de 2011 va a ser, está siendo, espléndida. Enhorabuena, pues, a los lectores y a los vecinos de la ciudad más culta de Extremadura. A ver si algunas aprenden. Aunque no creo. Pena da hacer comparaciones. O vergüenza, no sé.
Cuando la conocí desde dentro, caí en la cuenta de la importancia real de la Feria del Libro de Cáceres. De eso hace mucho. Ha ido a más. La edición de 2011 va a ser, está siendo, espléndida. Enhorabuena, pues, a los lectores y a los vecinos de la ciudad más culta de Extremadura. A ver si algunas aprenden. Aunque no creo. Pena da hacer comparaciones. O vergüenza, no sé.