17.9.13

Brazo en alto

Me lo dijo Alberto con toda su juvenil naturalidad: "¿y de qué se extrañan?" Se refería al revuelo levantado por la fotografía de Juan Parejo, dirigente del PP extremeño y miembro del gobierno de Monago, en la que éste aparece saludando brazo en alto. Está de moda reproducir imágenes semejantes de jóvenes (y no tanto) del partido en actitud parecida, ya sea con gestos o mediante símbolos. 
Tiene razón la periodista Manuela Martín: un señor que representa a todos los extremeños en razón de su cargo institucional debería dimitir por algo así. Si esto no fuera España, ya habría sucedido. 
En una ocasión reflexionó uno acerca de cierta representatividad inasumible, como hace al caso, y de ese franquismo -aquí, fascismo o falangismo- que no hemos sido capaces de superar o, dicho de otra manera, que impregna buena parte de nuestros comportamientos civiles. Un lugar común. La derecha y su tradicional hipocresía. Sé de lo que hablo. Nos educaron para eso. Más allá, su falta de fundamentos democráticos. Aludo al fondo. Y a amplias facciones del PP. En esa rémora estamos y seguiremos estando. Lo peor es que, por increíble que parezca, son las nuevas generaciones quienes más acentúan esa disonancia moral. No les faltan modelos. Mera pose, dirán algunos. Pecadillos de adolescencia, otros. Vergüenza, vergüenza y asco, digo yo.