7.10.13

Cernuda en Norteamérica

José Teruel, profesor titular de Literatura española de la UAM, además de acreditado crítico y ensayista, obtuvo con Los años norteamericanos de Luis Cernuda el Premio Internacional «Gerardo Diego» de Investigación Literaria en 2012, que promueve la Fundación del mismo nombre. Lo señalo porque este galardón sí es importante y la lista de libros ganadores que ha venido publicando Pre-Textos, con el cuidado que la caracteriza, es una ineludible referencia de los estudios literarios de nuestra, digamos, contemporaneidad.
En el capítulo de “Agradecimientos”, primeras páginas del volumen, se menciona a Antonio Rivero Taravillo, autor de Luis Cernuda. Años de exilio (1938-1963), segundo tomo de la biografía dedicada al poeta sevillano que publicó, como el primero, Tusquets Editores. Y es lógico que se mencione porque no deja de ser el más amplio y documentado asedio biográfico concerniente a la vida de este sobresaliente miembro de la Generación del 27. Pero no sólo. Entre las fuentes básicas citadas por Teruel no faltan las obras de estudiosos como Philip Silver, Derek Harris, Luis Maristany y James Valender, así como las de Octavio Paz, Valente y Gil de Biedma.
Con todo, la intención de Teruel está clara: realizar una monografía concreta sobre los años norteamericanos de Cernuda, desde 1947 hasta 1963, cuando muere en México, aunque hasta el final estuvo viajando, siquiera fuera intermitentemente, a U.S.A.
Conviene adelantar que esa intención está de sobras lograda y, por eso, este libro pasará a formar parte de lo mejor de la ya amplísima bibliografía cernudiana.
Comienza Teruel señalando una paradoja: la resistencia de Cernuda a ser biografiado y su asunción autobiográfica. Entre las muchas manías del poeta ésta tuvo un lugar central, hasta el fin de sus días. De ese temor a lo que otros, distorsionándolo, dijeran de él –su leyenda– y de su obra, surge un texto capital, numerosas veces mencionado a lo largo y ancho de este ensayo: “Historial de un libro”, un hito poético de la literatura. Sin olvidar su Epistolario y teniendo en cuenta que su verdadera autobiografía está en sus versos.
Tras analizar el conjunto de la obra de Cernuda hasta el momento de su partida, primero a Inglaterra y después a Estados Unidos, Teruel aborda, paso a paso, los sucesivos destinos del autor de La realidad y el deseo no sin constatar su condición de viajero perpetuo, de permanente exiliado (no sólo de Franco), en continuo éxodo de ciudad en ciudad, errante, nómada y descentrado, a la busca imposible de su lugar en el mundo.
Primero en Nuevo México: Mount Holyoke College (1947-1949) y Middlebury College (verano del 48), en México más tarde (todo un deslumbramiento) y, por fin, en California (UCLA y San Francisco), lo que a Cernuda, a pesar de los pesares, le salvó fue su “voluntad artística”: los poemas, prosas, traducciones y crítica que siguió escribiendo y en las que se centra Teruel (y esto es lo particular y acaso más preciado de este interesante ensayo) por medio de un análisis riguroso que sitúa y valora la auténtica dimensión literaria de Luis Cernuda.
El aislado y solitario, el soberbio, egocéntrico y vulnerable, el presuntamente perseguido, el atildado e idealista, el consciente de que “la existencia es una anomalía”, sacó adelante, tras la beneficiosa etapa inglesa, por sus impagables lecciones e influencias: una tradición, Vivir sin estar viviendo, Variaciones sobre tema mexicano, Con las horas contadas, Poemas para un cuerpo y Desolación de la Quimera. Llegó sin embargo tarde a la edición completa de La realidad y el deseo. Donde de verdad es y está.

Nota: Esta reseña sobre Los años norteamericanos de Luis Cernuda (Pre-Textos, 2013), de José Teruel, ha sido publicada en el número 106 de la revista literaria Clarín.