14.5.14

Carlos Germán Belli dixit

-En sus inicios los poetas suelen compartir lecturas y criticarse en grupo. ¿En su caso su trabajo fue individual?
-Sí, pero reconozco que compartía mis lecturas con otros poetas de mi generación, aunque sin llegar a formar parte de ningún grupo. Era un trabajo más solitario, me reconozco como un lector de biblioteca pública, he leído mucho en la Biblioteca Nacional (de Lima) y solía leer en Nueva York en la biblioteca de la esquina de la calle 42. Me veo como un poeta-lector de biblioteca pública. He seguido estudios académicos por cumplir los deseos de mis padres -de que yo tuviera un título-, pero me sentía como un autodidacta. Yo mismo me trazaba mis lecturas: no de acuerdo a los preceptos de la universidad, sino a mis dictados personales, de modo muy libre. Empecé con la vanguardia -con el surrealismo-, en lugar de empezar con los clásicos del Siglo de Oro, evidentemente había un desorden y creo que ese desorden es debido a esa gula que tenía por leer. La gula es desordenada también, pero al final de cuentas he ordenado todo dentro de mi cerebro.
Carlos Germán Belli (Lima, 1927) en conversación con Jacqueline Fowks (autora de la fotografía del poeta peruano en su casa de Lima), El País.