Mediodía en Kensington Park es la cuarto libro de Fábula, el ambicioso proyecto de Javier Sánchez Menéndez, director de la editorial La Isla de Siltolá, sello donde se publica. Ya comentamos aquí dos libros anteriores de los diez que tendrá la serie: Teoría de las inclinaciones y Libre de la tormenta.
Incluido en la colección Tierra, como un libro de poesía más, JSM se sitúa en un lugar tal real como simbólico, el famoso parque londinense, para reflexionar en voz alta, con la claridad y contundencia que le definen, sobre la poesía, ante todo, y acerca de numerosas circunstancias del cotidiano vivir. En un claro del bosque, que podría decir su admirada María Zambrano, en un tono sentencioso y aforístico (que según el siltoliano Juan Manuel Macías es "la literatura de los antipáticos"), a partir de la metafórica imagen del pájaro, JSM se lanza al vacío y, despojado de casi todo ("Para ser un poeta debes dejarlo todo"), enuncia su verdad, que participa, claro está, de la belleza. El mediodía, la luz, la noche, el cansancio, la soledad, el silencio ("Sin silencio no hay poesía") son algunas palabras claves (las justas) para explicar este discurso intempestivo, a contracorriente, tan sincero, ya se dijo, como implacable.
Para eso echa mano de algunos poetas de cabecera: Nicanor Parra y Antonio Colinas, sobre todo, aunque también aparezca citado, entre otros, Rilke.
"La poesía es el estilo. La clase, los proverbios", escribe. Y "La duna es la poesía". Entre Londres y Cádiz, ésta crece, se mueve, poco a poco, en silencio, a la luz del misterio.