4.9.15

Tomlinson

Brook Cottage, en Gloucestershire 
(Foto de Richard Swigg)
El crítico y profesor Richard Swigg comunicó hace unos días a Jordi Doce que Charles Tomlinson, el poeta, había muerto y Jordi, muy apenado, me lo contó a mí. No sólo fue su traductor al español, sino su amigo, al que trató por carta (un centenar de ellas forman parte de la correspondencia del poeta editada por el citado Swigg) e incluso visitó en el cottage donde vivía con su mujer, Brenda. Había nacido en Stoke-on-Trent, Staffordshire, en 1927, llevaba años enfermo, perdido y senil, aunque se lo ha llevado un cáncer. 
Octavio Paz (compañero suyo en Renga, junto al francés Jacques Roubaud y el italiano Edoardo Sanguineti ) tradujo poemas suyos y por ellos llegué por primera vez hasta él; sin embargo, fue la decisiva y rigurosa labor de Jordi Doce quien me acercó a su poesía, que nunca ha dejado de formar parte de mis preferidas. 
Citaré, para empezar, su ensayo "El idioma de los ojos: Una introducción a la obra de Charles Tomlinson", publicado por CHA en 1995 (y que podemos leer en pdf), una magnífica introducción a su obra. En su blog, para seguir, abundan las referencias. Mencionaré, por fin, En la plenitud del tiempo. (Poemas 1955-2004), la espléndida antología que publicó en DVD en 2005, con un prefacio del propio autor. "Pasión contemplativa" tituló Doce su amplio estudio prologal. 
Ya que hablo de ello, bueno será recordar también La insistencia de las cosas (Visor, 1994), que reúne poemas de Tomlinson traducidos por Octavio Paz, Alejandro Valero, Margarita Ardanaz, Carlos Schwartz y Fernando Galván.
Diremos otra vez que a pesar de la tristeza y de la irreparable pérdida podemos seguir con el poeta, presente en sus poemas. Y escucharlo incluso. Hasta siempre. 

Tomlinson con Doce en Brook Cottage, diciembre de 1995.