27.1.16

Morerías

Elías Moro ya publicó en 2011 99 morerías y hace poco Algo que perder, un libro de aforismos del que escribí una reseña, aún no aparecida, para la revista Nayagua. No, no es nuevo en esta plaza del impromptu que, sin embargo, se acerca más al pensamiento que a la mera ocurrencia.
Morería es el término que Moro ha acuñado para referirse a sus particulares greguerías, con Ramón siempre al fondo. Reúne ahora unas cuantas en esta nueva entrega que publica Ediciones Liliputienses. Chispazos, epifanías, deslumbramientos que acaparan de inmediato la atención del lector que ora sonríe, ora se sorprende con esas intuiciones propias de este oriental de occidente que siempre está a la espera. Del observador, del curioso. Uno se imagina a Moro oteando desde su considerable altura la vida que pasa. O, de madrugada, en su trabajo, descubriendo lo que nadie ve. Ocupaciones que dan a luz estas singulares anotaciones (que lleva a su blog con frecuencia), a veces aforismo y otras microrrelato, llenas de objetos y de personajes de cualquiera de los tres reinos, por recordar a nuestro admirado Aníbal Núñez. Donde no falta, claro, la poesía. Por eso se adelantaron algunas de las que aquí se recogen en el segundo número de Estación Poesía.
Cada vez más sabias, certeras y aquilatadas, las morerías de Moro no dejarán nunca al lector mal sabor de boca. No es poco para estos tiempos.
Cuatro ejemplos: "La cicatriz es la memoria de la herida". "Las maletas sueñan con viajes". "Los faros son los ojos perdidos de los cíclopes". "Poeta: traductor del silencio".